jueves, 2 de julio de 2015

Empresa Familiar - RELACIONES ENTRE LA FAMILIA Y LA EMPRESA


La sucesión no sólo es un proceso de cambio de la estructura de responsabilidades y de las personas que gobiernan la empresa, también es un cambio en las relaciones entre los miembros de la familia y la empresa.

De una situación en la que las relaciones se canalizan a través de una o muy pocas personas, se pasa a otra en la que, por existir un mayor número de miembros de la familia en contacto con la empresa, es más amplio y variado el tipo y contenido de las relaciones que mantienen.

Esta nueva situación, salvo que se prepare adecuadamente – como un protocolo familiar -, acostumbra a dar lugar a riesgos de que se erosionen las fortalezas esenciales de la empresa:

  • La unidad
  • El compromiso

pues la existencia de un mayor número de personas puede conducir a que sus intereses entren en conflicto.

Cuando la persona que va a ser sucedida no se preocupa de que se alcancen un consenso sobre cómo deben ser estas relaciones en el futuro, deja al sucesor con un doble problema :

  • El de dirigir la empresa familiar
  • El de reorientar unas relaciones que seguro emergerán en pro de los intereses de los miembros influyentes de la familia quienes, además, no verán en el sucesor la figura de autoridad que para la familia era el sucedido.

Dadas la finalidad y características del protocolo familiar, es preferible que, en lugar de que éste sea impuesto:

  • Proceda de conversaciones entre los interesados
  • Con la participación de diferente personas
  • De la negociación de posiciones
  • Represente un acuerdo sobre el cual existe un verdadero compromiso
El proceso de explicitación de un protocolo es tan importante como el propio protocolo en si mismo, de aquí la importancia de que sea conducido por el sucedido y que, durante un primer período, su implantación sea dirigida por él antes de que se dé una separación más plena de la empresa.

Una manera de separarse de la empresa familiar, que acostumbra a dar buenos resultados, es ocupar una posición influyente en el órgano de gobierno del protocolo familiar, llamado con frecuencia consejo de familia, que es responsable de orientar y conducir las relaciones de la familia con la empresa.

El trabajo en dicho consejo de familia es una oportunidad excelente para contribuir a que:

  • Sean una realidad la unidad y dedicación de la familia
  • Que colaboren con los valores de la familia que hicieron fuerte al empresa.
No sólo continúen vivos, sino que su implantación se perfeccione.


Mi experiencia dentro de la Empresa Familiar -en la cual NO re realizó un Protocolo... -, por desgracia, concluyó con malos entendidos y la separación de los hermanos, todo ello a su vez provocado por la falta de comunicación.


Asesorando a distintas empresas, veo la falta de interés, con la excusa de no tener tiempo para ello...


Por lo que aconsejo encarecidamente, tanto alas empresas que ya llevan unos años, como a los emprendedores familiares que, tengan muy presente dejar claras las circunstancias personales e intenciones de cada miembro.

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