viernes, 5 de junio de 2015

Gestión - CARACTERÍSTICAS DE LOS PROCESOS BIEN GESTIONADOS


En todas organizaciones tiene que haber unos procesos de trabajo bien definidos y gestionados, pero hay que adecuarlos en base al tamaño y objetivo de cada una de ellas.

En pequeñas empresas, se reduce a sencillos procesos, pero bien clasificados y comunicados.

En el caso de grandes organizaciones, se subdividen dentro de cada departamento, pero que a su vez para tener éxito, entre ellos tienen que estar también bien comunicados a los que llamamos el cliente interno.
Recordemos que el responsable de principal el la alta dirección.


En el caso de emprendedores, si en sus inicios no sólo se tiene en cuenta la variable externa de  vender y, empiezan con un buen sistema de trabajo en cuanto a gestión del negocio, el crecimiento es más sencillo y efectivo.

Las características principales son :

• Identifican a sus proveedores y clientes, todos los interesados conocen lo que añade valor para el cliente - tanto interno, como externo -.

Cuentan con un responsable del proceso, de su funcionamiento, resultados y mejora.

Definen la misión del proceso en función de su contribución al desarrollo de la misión y políticas corporativas.

Detallan objetivos cuantitativos y cualitativos para satisfacer las expectativas de su cliente, así como los indicadores de su cumplimiento.

Incorporan un sistema de medidas de control de su eficacia, eficiencia y flexibilidad, que se utilizan para centrar la atención del personal y para la toma de decisiones de mejora.

Operan “bajo control estadístico” sin incidencias de causas especiales en la variabilidad de las características de su producto final.

Requieren puntos de control, revisión y espera mínimos.

Poseen límites concretos de comienzo y final.

Disponen de unos recursos claramente asignados y son realizables. Usan adecuadamente la tecnología de la información.

Están normalizados y documentados en los correspondientes procedimientos, enfatizando en la prevención de errores y contemplando la posibilidad de ser mejorados. Asimismo, se han definido la sistemática para auditar su cumplimiento.

Muestran con claridad las interrelaciones con otros procesos internos.

Contribuyen al desarrollo de ventajas competitivas, propias, sostenibles y duraderas.

Son, ante todo, sencillos y fáciles de realizar, lo que normalmente, requiere que el número de pasos y de personas involucradas sea reducido.

Un proceso está bien gestionado cuando se han controlado todos los riesgos que afectan a las partes interesadas en el proceso y, en consecuencia, su resultado es el esperado.


Evitando así No conformidades y un "Cliente final satisfecho".


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