jueves, 4 de junio de 2015

Empresa Familiar - RELACIONES Y SOLUCIONES

En las empresas familiares hay tres grupos de personas directamente interesadas, además de sus proveedores, sus clientes y la sociedad en general.
Las relaciones entre quienes componen los tres grupos:
  • los propietarios
  • los miembros de la familia
  • y el personal que trabaja en la empresa familiar
cambian profundamente con el paso del tiempo.


En comparación con la primera época en la que la mayoría de la relaciones son más bien sencillas y se concentran en el EMPRENDEDOR (fundador/a).

A medida que crece la empresa y la familia se pasa a otra en la que se incrementa el número de personas que se interrelacionan y, conforme se incorporan en plenitud la segunda generación, se alcanza una situación en la que las relaciones son múltiples, muy variadas en cuanto a sus finalidades y, frecuentemente complejas.


FORTALEZAS Y DEBILIDADES

Los cambios en las relaciones entre los miembros de los tres sistemas acostumbran ser ocasión de importantes riesgos para la empresa familiar que, si no son previstos y orientados hacia soluciones favorables, pueden poner en peligro las fortalezas más básicas:
  • La armonía
  • La dedicación
haciendo que se transformen, en sus debilidades más profundas:
  • La desunión
  • La abstención
y se termine cayendo en las prolongadas crisis estructurales.


Desvalorización de las fortalezas de las empresas familiares:
La ARMONÍA INCIAL, con:
  • Intereses comunes
  • Autoridad reconocida
  • Confianza
  • Comunicación
  • Compenetración
pasa a la DESUNIÓN, con:
  • Intereses  en conflicto
  • Facciones divididas
  • Recelo
  • Murmuración
  • Odio personal

PROTOCOLO

Hay que tener presente que habitualmente los accionistas de segunda y tercera generación no tomaron la decisión de que su patrimonio estuviera en la empresa familiar, que a veces han conseguido las acciones sin gran esfuerzo personal por ser producto de una herencia y que, en ocasiones, estas acciones son además la parte más significativa de su patrimonio económico.

Los cambios en las relaciones entre los interesados son difíciles, pero si se conducen bien, existen procedimientos para ello, como los protocolos familiares. Así de consigue una cultura de empresa en la que muchos accionistas:

  • Están unidos.
  • Se sienten orgullosos de participar.
  • Apoyan decididamente a la empresa.
  • Alcanzan consensos que impiden la eventual labor negativa de algunos disidentes.

Pasan buenos ratos en familia y entre amigos cuando se encuentran.

SOLUCIONES

Entre las soluciones tradicionales encontradas por las empresas familiares para resolver esta problemática destaca la conocida como  “podar el árbol”, es decir, hacer que sólo uno o muy pocos miembros de la siguientes generación sean propietarios y trabajen en ella.

Este tipo de soluciones que, con frecuencia, han tenido éxito a la hora de conservar la armonía y la dedicación, ni son siempre aplicables – por falta de tamaño o de diversificación del patrimonio-, ni tampoco recomendables, pues pueden dar lugar a probar a la empresa de recursos económicos y humanos necesarios para conservar e incrementar sus ventajas competitivas.

Por ello, en muchas empresas familiares, es preferible encontrar modos alternativos para:

  • Resaltar los intereses comunes, comunicando y compenetrando.
  • Hacer viable la existencia de diversos tipos de dedicación y ejercicio del poder, con una autoridad reconocida.
  • Facilitar los cambios en la propiedad del capital.

• Para resaltar los intereses comunes y lograr la compenetración de los interesados, es conveniente que reciban periódicamente información completa y significativa sobre la empresa, no sólo los accionistas, sino buena parte de los miembros de la familia, pues en el futuro es previsible que sean también accionistas. En efecto, no se puede perder de vista que para querer a una institución hay que conocerla bien y que, frecuentemente, los accionistas que no trabajan en la empresa familiar, y otras personas de la familia, o reciben información o, cuando la reciben, es incompleta y está sesgada hacia lo conflictivo y negativo.

• Para conservar la armonía, cuando el número de propietarios y miembros de la familia crece, es conveniente que existan reglas sobre:

  • Cómo es el trabajo en la empresa familiar.
  • Que expliciten qué conocimientos y experiencia se requieren para incorporarse a trabajar en la empresa y los distintos tipos de trabajo que se pueden desempeñar.
  • Que indiquen las condiciones de trabajo en cuanto a dedicación, remuneración, evaluación, desarrollo y promoción.
  • Las relaciones entre estas personas y los directivos y mandos que no sean miembros de la familia.
  • En fin, que den lugar a que las responsabilidades se asignen a las personas capacitadas, y éstas se entreguen, exigiéndoles en la consecución del ideal de una empresa familiar desarrollada y competitiva.

• Para conservar unidad, evitando el nacimiento de facciones divididas cuando el número de propietarios crece de manera importante, es oportuno que existan acuerdos para la compraventa de participaciones en el capital entre los miembros de la familia o por la propia empresa. Acuerdos que contemplen la posible recompra si, por ejemplo, las acciones se venden por necesidad de clara liquidez y que establezcan las posibles prioridades de compra por parte de quienes trabajan en la empresa familiar.


Todo ello lo he vivido en primera persona...

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